Los que vivimos en la naturaleza convivimos diariamente con sus leyes, algunos las llaman caprichos, tenemos qué asumir que a veces a ella no le valgan todos nuestros cuidados y mimos para hacernos florecer los frutos que nosotros deseamos. Incluso llegamos a aceptar sus bromas viendo como la flor más hermosa de tu jardín sale sin tú haberla plantado, en el rincón más inhóspito y sin ningún tipo de aditivo ni cuidado.
El fútbol no escapa de sus leyes naturales. Así, en momentos en los que todo lo queremos tamizar por nuestra lógica y nuestros sesudos análisis nos empeñamos en buscar las causas, los porqués de Messis, Cristianos, Ronaldinhos o Maradonas, Cruyffs, Pelés o Di Stefanos. Estudiamos sus movimientos,inventamos metodologías para producir clones incluso buscamos disculpas para justificar nuestra impotencia para alcanzar tan siquiera a entenderlos. Pensamos que son imposibles de ver excepto que estén rodeados de grandes instalaciones, estupendos compañeros, genios del banquillo, grandes clubes. De hecho, si aparece alguno en un equipo modesto, lo ridiculizamos por vanidoso y si se aferra en su empeño un grande lo ficha para que no se salte el orden establecido por el poder humano.
Son las "Rara Avis", los diferentes del fútbol, los que no se acomodan a las normas, los diagnósticos,las previsiones...
Los que llevamos un tiempo observando la naturaleza del fútbol podemos dar fe que algunos, además de nacer donde quieren, salir donde menos lo esperan, hacen lo que les da la gana incluso son capaces de decir que no hasta a su destino. Todos en este renglón tenéis ya revoloteando unos pocos de nombres, seguro que algunos ni serán populares pero todos ellos alguna vez nos han hecho sentir mientras los veíamos jugar la grandeza que da una mente libre.