A la victoria deportiva como a cualquier otra se llega por distintos caminos; la casualidad, el oportunismo, el trapicheo, el estudio, el esfuerzo, la constancia, la inteligencia, la astucia, la elegancia, los valores, la estética...sin duda todos ingredientes necesarios, todos lícitos siempre que no caigan en la indecencia, ni trasgredan las fronteras reglamentarias.
No obstante es estimulante y a la vez esperanzador para los que creemos en esta profesión de dirigir, que venzan y por tanto se conviertan en moda compañeros que a parte de sus ideas, actitudes y personalidad cimenten toda su trayectoria en el rigor y el análisis por encima de otros intereses ajenos al litigio que se disputa entre las cuatro líneas.
Este es el caso de Marcelo Bielsa, al que nadie le regaló nada y cada uno de sus pasos han sido fruto del trabajo, el estudio y el análisis. Por que si algo define a este técnico es el no dejar al azar nada salvo lo que es propio de él, no hay que olvidar la naturaleza originaria del fútbol que no es otra que la de un juego.
Por ello revitaliza las convicciones propias, escuchar a Marcelo en el siguiente extracto de esta conferencia hablar de cuestiones que algunos me habréis oído desde hace muchos años. Pero sobre todo es grato saber que técnicos de primer nivel tienen la generosidad de compartir sus vivencias y conocimientos. Se esfuerzan en elaborar sus ideas y en preparar su exposición como gesto de respeto y solidaridad con un auditorio que ha hecho el esfuerzo de acudir a un acto en el que esperan aprender y crecer dentro de sus posibilidades, capacidades, expectativas y por supuesto de su suerte.
Espero que os abra puertas en vuestro camino, en el que deseo que os acompañe el mismo "incómodo" compañero, ineludible para un técnico que se precie y del que no debiera alejarse nunca, EL ANÁLISIS.
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