La idea para las presentaciones de mi libro "Dirigir equipos, el arte del estratega" se confirmó como acertada en la primera realizada ayer en Madrid.
No tengo más pretensión con la realización de este libro que reivindicar la importancia que se merece esta asignatura, que hoy en día no tiene, en la formación de los técnicos deportivos, especialmente en fútbol. Con ello, supongo que también, la dignificación de una profesión que amo y que vive momentos de complicada prostitución.Pienso que ser entrenador, no sólo es hacer entrenamientos como su término en España parece reflejar. Ni tampoco ser alineador de un equipo que especialistas en entrenamiento adiestran a diario.
Por supuesto que todo parte del conocimiento del juego, con todos sus aspectos;tácticos, técnicos... y todas las parcelas en las que se quiera dividir. Pero mientras sean seres humanos los que lo jueguen, nada conseguiremos por el camino de una dirección basada sólo en atesorar conocimientos sobre la materia específica sea darle a una pelota pequeña o grande, servir copas o poner ladrillos... si olvidamos que en el centro de todo nuestro quehacer está un ser humano, en relación con otros y en continua evolución, fracasaremos.
Las carencias que sufrí en mi formación académica partieron de creer que con saber tareas y maniobras del juego, sistemas de entrenamiento atléticos... uno conseguía hacerse entrenador.
Y qué mejor manera para comprobar todo esto, que poner a hablar en público a personas de largo bagaje en la dirección de grupos sean dentro del fútbol o de cualquier otra actividad para darse cuenta que los contenidos abordados en este libro son pertinentes y el enfoque de escuchar distintas visiones de como resolver los obstáculos de esta tarea, es el mejor camino para hacer ver, al que se enfrente a ella, que el camino más corto hacia la meta es plantearse, antes de salir, la ruta a recorrer y las necesidades a cubrir.
De todo ello hablaron ayer mis interlocutores y amigos Angel Cappa, Pepu Hernández coordinados por un experto en comunicación y bondad humana, Heri Frade.
De forma amena, fundada en sus experiencias y, sobre todo, argumentada, fueron relatando sus orígenes y motivaciones para convertirse en directores de grupos.Las dificultades para ser coherentes y creíbles ante sus jugadores.Sus relaciones con ellos, con compañeros y entornos. La importancia de la comunicación, de dar a cada uno lo suyo. En definitiva, sin guión prefijado, describieron el panorama común, vivido por cada uno de los que hemos recorrido el trecho de buscar el máximo rendimiento de un grupo de personas que se nos han puesto a nuestro cargo.
Y como conclusiones finales que no existen fórmulas vendibles como únicas e infalibles para conseguir el "éxito", por mucho que el vendedor, sea la viva imagen del triunfo en ese momento. Seguramente por que tan siquiera haya un único concepto de éxito. También la importancia que tiene contextualizar nuestro trabajo y la esperanza, de algunos, de que otro fútbol al actual es posible.
En definitiva, además del buen rato pasado entre amigos ponentes y asistentes pude comprobar que "Dirigir equipos, el arte del estratega" y su forma de presentarlo, son una buena escusa para reflexionar sobre la complejidad de dirigir equipos y que, como se dice entre sus páginas, nuestra principal ocupación debe ser saber lo máximo de uno mismo, saber de todos y saber de todo para poder ajustarnos, lo más fielmente posible, a la definición que más me parece identifica nuestro oficio, "ser facilitadores de circunstancias". Que la lectura del libro o la asistencias a las charlas que seguiré propiciando con la disculpa de presentároslo os sirva para encontrar las vuestras propias y más acertadas para alcanzar la meta que os propongáis.
De momento mi eterna gratitud a todos mis cómplices en semejante empeño en esta primera estación, Madrid. Próxima Málaga. El día 29 de septiembre en Edificio de Diputación, Sala Oyarzabal, Plza. La Marina a las 20h os espero.
En próximas entradas os daré más información, no sólo de las siguientes si no algún audio de la realizada ayer.
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