Se suele decir que el fútbol no tiene memoria.Posiblemente sea así.Yo no obstante, tiendo a pensar que,sobre todo las aficiones no carecen de ella,pero es una memoria selectiva. Sobre todo cuando sus equipos tocan el submundo de las ligas semiaficionadas después de haber estado durante años en la élite. En esos momentos, en una clara huída hacia el pasado, se aferran a la gloria vivida antaño para no ver el presente. En la mayoría de los casos, se autoconvencen que el pedigrí les tiene que servir de aval para conseguir triunfos en su actual status.Con ello hacen vivir a jugadores y técnicos de la categoría para la que fueron contratados en una presión que no merecen y en la mayoría de los casos para la que no están preparados. A esos clubes,en su peregrinar por el inframundo del fútbol español, se les suele poner un apellido, "Equipos con urgencias históricas". Superar esas situaciones de desajuste entre competición en la que se milita (seguramente por "culpas" ajenas a los actuales inquilinos del plantel o cuadro directivo) , su masa social y palmarés,no resulta facil. En el deambular por el desierto suelen aparecer espejismos en forma de salva-patrias, jugadores estrellas con más pasado que futuro y más preocupación en su plan de jubilación que en las metas del colectivo al que pertenece, empresarios con más anchura de billetera que de ideas y que sobre todo se empecinan en hacer lo contrario a lo que han hecho en sus empresas particulares hasta conseguir que sean florecientes y rentables. He vivido, desde dentro de estos clubes, en muchas ocasiones ese clima asfixiante (Málaga,Cadiz,Jaen...).Ayer, a uno de ellos, lo vi dar un paso fundamental para lograr sacar la cabeza hacia la Primera División en la que no milita desde hace décadas.En estos momentos la memoria selectiva,hace a los más viejos del lugar,emocionarse viendo tan cerca el final del calvario por el que han visto arrastrarse a su equipo y con él , a sus hijos incluso a sus nietos. La miel cercana,tambien les hace olvidar, lo amargo del camino;los conflictos urbanísticos por el antiguo Los Carmenes,las gestoras,los encierros de plantillas por impagos,los traidores salvando sus traseros antes de que el fuego de los demás les afectase al suyo propio, los entrenos en el callejón de acceso al terreno de juego por no tener un campo donde entrenar, el césped del nuevo estadio quemado al comienzo de la pretemporada,las medidas desesperadas,los cambios de Mesías temporales...Es bueno ampliar las miras de nuestro recuerdo.Ahora nuestro Granada vive un presente muy lejano de aquellas miserias,pero tambien son parte de su historia.A un paso,nada facil de dar, hacia la primera división,desde el Albaicin norteño que habito, sólo me cabe para colaborar, hacer de Pepito Grillo y recordar a esa afición que nunca dejó de ser de Primera,Sería un traidor más, si hoy no trajese desde mi recuerdo, a aquel niño que, en la inhóspita presentación de mi temporada a comienzos de lo dos mil, en el destierro de la 2ª B, fue a recibirnos con su padre enfundado en su camiseta del Granada. A esa afición desde el Granaíno norteño que, ayer se emocionaba viendo por la tele, su rostro de felicidad, mientras el actual equipo de jugadores y técnicos daban el penúltimo regate a su infortunio y se reivindicaban como opositores a ser los héroes que cobren la deuda histórica que el fútbol tiene con esa encantadora y futbolera ciudad, mi felicitación.Sobre todo por el paso marcado desde lo futbolístico lejos de atajos de despachos, de suertes ocasionales en forma de dos penaltis señalados en tiempo de juego que siembren dudas, de sobreponerse al penati errado en la tanda final y todo ello frente a otro grande aunque con urgencia histórica menor,el Celta de Vigo.Es decir por la senda ancha de regreso que se merece esa afición, a la que deseo, que en el asalto final llegue a obtener el premio que le compense tantos años de sufrimiento.Y si no fuese así,esto es un juego, que no perdais la perspectiva de las buenas vistas que tiene ahora el Club.Mucha suerte
No hay comentarios:
Publicar un comentario