jueves, 12 de enero de 2012

Insumisos a la Razón

Vivimos una realidad razonada. Razonamos nuestras ideas, calendarios, sentimientos, relaciones, trabajos...Nuestros ideales son productos de nuestra razón. La suma de nuestras experiencias y de los conocimientos adquiridos con nuestra corta mira telescópica la convertimos en proyecto vital y la dignificamos considerándola ideario por el que algunos están hasta dispuestos a morir y a matar. Son nuestras convicciones, valores cerrados, que no estamos dispuestos a cambiar bajo ningún concepto. EL afan por no traicionarlos, nos hacen inflexibles, osea lo contrario a la esencia del aprendizaje;"Eso quiere decir que ambos estamos dispuestos a ceder.Usted no se adhiere a su punto de vista y yo no me adhiero al mío"(J.Krishnamurti). Tiene que llegar un publicista, ¡Vaya por Dios!, de un banco, para recordarnos lo importante de "Desaprender" , traducción comercial de los "Principios del Aprender" del pensador Indio. Abrir la mente, liberarse de prejuicios para poder aprender.

Esto no deja de ser chocante en un mundo en el que se impone la discusión, impermeable a dejarse calar por los argumentos del de en frente, al dialogo o la conversación que significa conversión, disposición a cambiar mi criterio con los argumentos del otro.

En el fútbol, metáfora perfecta de la vida, como ya comente más de una vez, seguimos el mismo trayecto. Uno llega al fútbol de niño desde el juego, ejercicio que la mente ha creado para ejercitar su mejor músculo, la imaginación. Recreamos estadios entre los árboles del parque y llegamos a ver sus hojas agitadas por el viento como ovaciones cerradas de las abarrotadas gradas. Revivimos una final de la Copa del Mundo haciendo el gol de la victoria desde el medio del campo. Y soñamos al acostarnos cada noche que nos levantaremos siendo las estrellas de nuestros equipos y que somos capaces de hacer sus regates imposibles.

Pronto la imaginación es torturada y finalmente asesinada por la razón de los técnicos de base y profesionales varios; preparadores físicos, primer y segundo entrenador, entrenadores de porteros, scoutings, nutricionistas, entrenadores personales, representantes, asesores fiscales,asesores de imagen, jefes de prensa; periodistas...

Afortunadamente la imaginación es obstinada y sobrevuela el mundo por encima de intereses, primas de riesgo, hipotecas, obligaciones, sangres, ácidos lácticos, sudores y lágrimas. En cada generación de futbolistas, en cada promoción académica, en cada pandilla de barrio...aparece un tipo dispuesto a objetar del orden impuesto desde la razón de alguien, a hacerse insumiso de la dictadura del pensamiento único, de lo considerado políticamente correcto. A jugar desde el sentimiento.

Son personas que, como Krishnamurti, consideran al ser humano"... provisto de capacidades extraordinarias" y que por ello no se frena por los limites que le imponen desde fuera y que deben "ejercitar todas esas capacidades;de otro modo no soy un ser humano; me convierto meramente en un técnico". Y así ven pases, regates y disparos como posibilidades donde la mayoría sólo ven gestos-tipos o ven espacios, tiempos y normas nuevas que se escapen del plan militarizado de una pizarra.

Suelen ser individuos que se escapan de los estereotipos del deportista fornido, musculado y de muchos centímetros de todo lo medible. Llenan de miedo las noches de los técnicos propios y ajenos. Sobreviven  a entrenamientos monocolores alejados de la diversión que les provoca su capacidad de crear, de descubrir, de reinventar la realidad, de atacar la sobrevalorada razón. Incluso se arman de paciencia para superar la frustración de ver gran parte de los partidos desde el banquillo. Y cuando salen al campo, son capaces en veinte minutos, de quitarnos el frío, hacernos olvidar al jefe, la crisis, las deudas y de recordarnos por qué nos gusta el fútbol.

Con su juego infantil en las antípodas del que planeó el estratega del miedo desde su laboratorio, nos traslada a los confines de nuestro recuerdo por los que, alguna vez todos, transitamos para conquistar la esencia del juego, ese que nos hacía ser libres de nuestras obligaciones de niños, lejos de padres, tutores, maestros y orondos entrenadores con más vocación de adiestradores que de potenciadores de valores y felicidad.

A los que tenéis la mala costumbre de leer lo que escribo, supongo que no veis aquí nada nuevo.

Pero el otro día viendo a uno de mis ex-equipos con un sabio no académico del fútbol, de esos que son ricos en conocimientos adquiridos tras muchos kilómetros de conducir su autocar y de observar, oír y callar mucho más de lo que cuentan, me decía, mientras señalaba a uno de los que calentaba en la banda: "Ese contigo jugaría fijo". Se refería a un jugador pequeño y enclenque que desahogaba su ansia de jugar con nerviosas carreras al otro lado de la frontera de su diversión. Al salir, al campo, comprendí a mi amigo y compañero de tantos viajes. No salio a cumplir ordenes,si no a transgredirlas. No pedía la pelota para no perderla, si no para provocar con ella al rival. No avanzaba metros para huir de nada, sino para conquistar la meta deseada. No corría para justificar un sueldo (que se le adeuda desde el comienzo de temporada), si no para disfrutar más tiempo de su bien más preciado, la pelota.

El gusto por este tipo de jugadores aún esta en veda, a pesar de ser campeones de Europa y del Mundo y de darles premios la F.I.FA . Aun son especies protegidas por muy pocos técnicos naturalistas, amantes del juego salvaje y que crean con sus equipos espacios que son Reservas de la Biosfera en los que aun se les puede disfrutar en libertad.

Por eso me vi hoy en la obligación de homenajear a tantos que desde vuestra pequeñez física, habéis engrandecido el fútbol con vuestro juego. Que optasteis por seguir siendo jugadores antes que futbolistas.


Gracias a los;
LuisSuarez,Mazzola, Rivelino, Garrincha,Pele,Ardiles,Juanele,Butragueño,Ronaldinho,Romario,Diego Castro, Mata, Luis Manuel,Iniesta, Xavi,Messi y por supuesto a Dios,"El Diego", pero también a los menos conocidos y que tuve el honor de disfrutar desde el banquillo; Tino, Riky, Andres, Aitor Tornavaca,Alberto Ruiz,Sandro,Movi,Pitu,Paco Sutil,Tete,Capi,Alex...entre otros. Habeis permitido que sobreviviese la esperanza de ser felices entorno a una pelota a niños y adultos, grandes y pequeños,y que al veros creyésemos en que otro fútbol, otra vida era posible. Que no nos ahoguen la ilusión. 

1 comentario:

  1. Demasiado talento el de Ismael para estar solo en un blog. No sé donde está el equipo que merece entrenar. Gracias por compartir ese talento para entrenar.

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