Algunos siguen a vueltas intentando justificar diatribas eternas. A qué huelen las nubes, cuál es el sexo de los ángeles, si el futbolista nace o se hace....En algunos ámbitos incluso se cuestiona si eso del talento no será una invención más de la labia argentina, de los románticos del juego, de los filósofos del balón, de los poetas del gol.
No, el talento existe. En cualquier ámbito de la vida. Nace, crece, se reproduce y muere como todo ser vivo. Y cuando te encuentras frente a frente con él, te importa un carajo su origen, su justificación o su utilidad. Sólo lo disfrutas y das gracias a la vida por ponerlo en tu camino para seguir alimentando la creencia de que el ser humano merece la pena. Como muestra, bien vale un botón.
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