El fútbol francés fue hace tres décadas un referente para todos los que por entonces nos acercábamos al hecho formativo de este deporte. Sus Escuelas de fútbol, eran ejemplo de metódica pulcritud sobrevalorando el aspecto técnico. Su buque insignia era la Escuela deVichy, que fue utilizada como espejo por técnicos del Athletic de Bilbao y del Sporting de Gijón para construir las suyas de Lezama y Mareo. Con un técnico francés ahora en la Primera División, Philippe Montanier con la Real Sociedad de San Sebastian, parece interesante conocer sus puntos de vista sobre las diferencias de nuestro fútbol con el de los vecinos.
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Philippe Montanier compartió el 12 de marzo del 2012 sus inquietudes futbolísticas más íntimas con los entrenadores guipuzcoanos en el transcurso de una conferencia que ofreció en la Federación bajo el título 'La diferencia de cultura futbolística entre España y Francia', en la que reflexionó acerca de sus seis primeros nueve meses en un fútbol completamente distinto. El de Vernon ve muchos aspectos distintos que, a modo de resumen, los vamos a dejar en diez.
1) Mayor técnica individual en el pase. «Me sorprendió desde el principio la calidad técnica de los jugadores de la Real y de la Liga en general, hasta el punto de que en pretemporada tuvimos que reducir los espacios de los rondos porque si no los del centro no cogían nunca el balón. En la Liga BBVA el porcentaje de acierto en el pase es un 10% superior a la francesa. El sentido colectivo del juego también es mejor aquí».
2) Peor en los disparos y centros. «No sé por qué, pero en España se centra y se remata bastante peor. Me sorprendió y tuve que parar algunos ejercicios al principio porque no entendía que, un futbolista de Primera, rematara dos o tres metros desviado sobre la portería en un ejercicio en el que no tiene oposición de ningún rival. Creo que no hay cultura del método análitico para mejorar mediante la repetición un gesto técnico como, por ejemplo, sucede en otros deportes como el baloncesto o el tenis. Cuando Croacia, un país tan pequeño, quedó tercero en el Mundial 98 de Francia fui hasta allí para estudiar qué hacían. Me di cuenta de que contaban con buenos entrenadores y que trabajaban mucho el método análitico para la mejora de los jóvenes. Ése es uno de nuestros objetivos aquí en Zubieta».
3) Tácticamente, más ofensivos. «No hay grandes diferencias en cuanto a sistemas, ya que casi todos los equipos se estructuran en torno al 1-4-4-2, 1-4-2-3-1 y ahora, después de la irrupción del Barcelona, también con el 1-4-3-3. Sin embargo, creo que aquí los jugadores tienden más a atacar y en Francia, a defender. No es una verdad absoluta, sino mi sensación».
4) La fortaleza de los franceses. «En el aspecto físico allí son más fuertes, potentes y veloces. Quizás porque muchos jugadores son de origen africano y va unido a la genética, mientras que en la Liga hay muchos extranjeros de procedencia sudamericana de mayor calidad técnica. Por eso los duelos en Francia son más intensos y más duros. Mientras que aquí la media de faltas de un equipo por partido es de 12/14, allí es de 18/20. Eso sí, los enfrentamientos entre el Barcelona y el Real Madrid sí son intensos y jugados con mucha fuerza».
5) Nadie pide trabajo extra. «Esto es muy habitual en el fútbol francés, sobre todo en puestos específicos como los delanteros. Es normal que se queden más tiempo después de los entrenamientos ensayando remates, faltas, centros... Cuando Cantona fue al Manchester United fue lo primero que pidió, esa opción de quedarse a ensayar lanzamientos. Luego Beckham y Ryan Giggs le imitaron y creó escuela en el United. Los jugadores de la Real son muy trabajadores, pero nadie se nos acerca para que le preparemos algo especial de cara a mejorar un aspecto concreto fuera de los entrenamientos. No se lleva en la cultura de este fútbol».
6) Los vascos, más cerrados. «Hay una cosa que me gustaba hacer en Francia y que aquí no puedo. Y es palpar entre los futbolistas su opinión de cómo ha ido el entrenamiento para mejorarlo o adaptarlo. Todas las opiniones tienen cabida si se trata de mejorar. En Francia somos el país de la protesta, número uno en huelgas del mundo. Allí, todos te decían si había sido duro el entreno, blando, divertido, aburrido... Mil cosas. Aquí los jugadores son muy trabajadores, muy aplicados, pero también cerrados, por lo que me resulta más complicado saber su opinión del trabajo que estamos haciendo. Tienen más cultura del esfuerzo, pero se quejan mucho menos».
7) Jóvenes comprometidos. «Estoy encantado de poder trabajar con jóvenes como Illarra, Iñigo, Rubén y compañía. Les veo muy comprometidos con la camiseta que visten y eso me sorprende. No piensan en ganar dinero, sino en triunfar en el club en el que están. En Francia, un joven puede cambiar de equipo por 500 euros de diferencia. Es un gran valor para clubes como la Real Sociedad ese hecho de que los más jóvenes tengan tan arraigado el sentimiento de pertenencia».
8) En Francia no hay 'mitxelos'. «En mi primera visita a Zubieta antes de fichar por la Real hubo un detalle que me dejó gratamente sorprendido cuando entré en las instalaciones. Vi las botas de los futbolistas limpísimas. Me dije, que grandes profesionales tienen que ser éstos si cuidan así sus cosas. Luego me enteré de que era Mitxelo Olaizola -el utillero- el que lo hacía. Allí no existe eso. Cada jugador tiene que limpiárselas. Y en los viajes, hacerse la bolsa y llevar las botas, espinilleras... Aquí, apenas viajamos con un pequeño neceser. Me gusta más el modelo francés porque creo que aumenta la responsabilidad de los jugadores, aunque aquí se trabaja mucho más cómodos porque hay personas que se desviven para que la labor de los jugadores y del cuerpo técnico sea más fácil».
9) ¿Profesionales con el filial? «Aquí es inimaginable que esto suceda, que un futbolista del primer equipo pueda jugar con el segundo en caso de salir de una lesión o de que disfrute de pocos minutos. Allí es habitual. Recuerdo que vi jugar a 6 ó 7 jugadores de aquel gran Lyon como Edmilson, Mahamadou Diarra o Malouda en su segundo equipo teniendo ficha del primero. Y el entrenador ayudante del primero viaja con ellos para ayudarles y seguir de cerca su evolución. Es un milagro que un jugador como Illarra, después de cuatro meses parado, pudiera jugar al nivel que lo hizo ante el Zaragoza».
10) Las dimensiones de los campos. «En Francia todos los campos miden igual: 105x68 metros. Los de Primera, Segunda, Tercera, Cuarta... Las dimensiones del campo de mi pueblo son iguales que las de Saint-Denis. En la Liga española puedes pasar de jugar en el Camp Nou a Vallecas. Me sorprende que sea posible. Por el contrario, hay mucho más ambiente en las gradas y acude más gente. Ver a 26.000 socios aquí es increíble cuando en Valenciennes teníamos 3.000».
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