Decía Albert Camus que el fútbol le parecía la mejor metáfora de la vida.El fenómeno mediático de esta temporada en la Liga Española,Mourinho,ponía de moda un calificativo,que yo cada vez veo más, una sentencia definitoria de nuestra Liga,de nuestro fútbol, de nuestra sociedad,"HIPOCRITA".En un fin de semana como el pasado,en el que pude presenciar siete partidos de distintas categorías estoy aún más de acuerdo con ambos pensadores.De la hipocresía que preside nuestra sociedad, todos nos hemos visto alguna vez víctimas pero pocas veces cómplices. Todos admiramos el juego del Barça por sus valores cooperativos,de buen trato del balón, combinativo,plagado de jugadores que son medidos por sus capacidades, no con cinta métrica sino con esa tan compleja, que mide el talento.Sin embargo,una jornada más, hemos visto a muchos entrenadores, rezando para que hubiese una interrupción del juego y así surgiese la ocasión de gol a pelota parada.Hemos visto cual es el lugar común del bajito talentoso en la mayoría de los equipos,el banquillo,haciendo cada vez más cierto que, para saltarte el aburrimiento de un encuentro, hay que llegar al estadio en el minuto setenta que es cuando cambian a los funcionarios futbolistas por los jugadores.El valor de la cantera, es un sello que vende más, cuanto más seas capaz de envolverlo de mentiras y victorias desde categoría benjamín y si cuando lleguemos a ver a un filial, que ni juega a nada, ni consigua resultados,pues la culpa se la echamos a la afición que no apoya a los chavales, a los técnicos de la base que no enseñan...La devoción por la comida rápida,el éxito meteórico,los secuestros exprés..hacen pensar en la existencia de las recetas mágicas en el fútbol.Curiosamente en todas las categorías y todos los años la realidad se vuelve terca y hace crecer, en las segundas vueltas, a equipos por encima de plantillas y banquillos calientesEnhorabuena a Luis García del Levante o a Marino del Andés y a sus presidentes, entre tantos, que habéis hecho del trabajo y la paciencia vuestras virtudes principales.La orfandad de la culpa en la derrota sigue chocando con la multipaternidad de la victoria.Hemos vuelto a ver en muchos campos, ese ritual, tan de nuestros días, de salir los técnicos, a saludar al medio campo, en tardes de victoria hasta a los recogepelotas que por allí pasen, los mismos que en tardes de derrotas baten records de velocidad para llegar a la meta de la oscuridad del túnel de vestuarios.Debe formar parte de esas habilidades sociales que algunos técnicos dominan y que, como diría mi amigo Manfredo, hace que unos técnicos tengan un margen de derrotas mayor que otros para ser cesados.Esto es duro para técnicos que estáis empezando y seguis creyendo en que, el valor principal de un entrenador es saber entrenar.No seré yo quien os quite la ilusión,seguramente porque, ésta si que es un patrimonio que, al que la tiene,debería cuidarla como especie protegida, porque sin ilusión, si que estamos muertos.Pero si debiérais iniciaros en el dominio de los recursos que, vuestra ética os permita, para ganar el tiempo preciso que haga fructificar vuestras ideas.Y no cejéis en vuestro empeño, porque en el fútbol, como en la vida, también convive el Ying con el Yang,el honesto con el canalla,la mentira con la verdad.En esta jornada también pudimos disfrutar de la belleza del juego,de la vida.Incluso,en un campo de segunda B,en el que se jugaban cosas importantes los dos contendientes, pude escuchar,como se utilizaba el lenguaje verbal,tan importante en la coordinación de un equipo,de forma poética.El talentoso del equipo, le pidió la pelota a un compañero al que le rodeaban contrarios;"Te quiero Pepe".Y también, al ser mas odiado del universo futbolístico, en tarde de dolorosa derrota, salir al medio del campo a saludar a todos los protagonistas del encuentro y en hecho,aún más inusual, sin cámaras ni fotos,entrar al vestuario del rival, con el que en la primera vuelta había tenido una agria polémica dialéctica,para felicitarlo.Quiénes son los hipócritas y quiénes los auténticos.Encima hoy vuelve a salir el sol sobre todos y compruebo que al lado de la hortiga del jardín,también ha salido una flor.
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