viernes, 15 de abril de 2011

La Argucia y el Engaño-Diario El Comercio-14-4-2011

Como diría el más playu de todos los Sportinguistas, el siempre añorado Dioni Viña; “En la rula no preguntan, apuntan”.Al final de la jornada pasada más de un jugador, de un entrenador o de una afición lo pensaría, si un engaño les sirvió para sumar puntos. En Gijón y en Zaragoza lugares de urgencias clasificatorias seguro que saben de que hablo. El engaño es parte del juego y la trampa su hermana gamberra a la que el reglamento castiga y los árbitros deben sancionar, si la detectan. Cuando el uso de ésta te favorece acudimos al tópico de “el fútbol es para pillos”, cuando nos perjudica tiramos de reglamento y nos enoja que la argucia, que es como se denomina entre el estamento arbitral, no se castigue y salga victoriosa. Tachamos de antideportivos a los que la practican  y nos quejamos que se estén perdiendo valores en el fútbol profesional. El engaño es lo que dominan los maestros del juego. Messi al anunciar a su marcador que desaparece de la jugada de gol, jugando la pelota a banda y quedándose rezagado para aparecer a final cuando todos están distraídos mirándola en banda. Diego Castro al amenazar con salir por fuera para centrar y sin embargo entrar por dentro para golpear o cuando Miguel de las Cuevas perfilado de costado a portería, avisa de su intención de buscar a un compañero desmarcado para que tire de cara a puerta y, de repente, acaba sacando un disparo cruzado. Desconozco la realidad de lo ocurrido en el Molinón con el gol que dio los tres puntos. Si hay una acción antirreglamentaria ennoblecería, como hizo Aguirre, pedir disculpas y hacer propósito de no repetirla más, a pesar del botín conseguido con ella. También espero que los códigos internos del fútbol no escritos, se respeten y no aparezca un delator de lo que ocurre dentro de un terreno. Por lo cual será difícil conocer la verdad, si el autor real no se pronuncia. Lo que si es cierto, es el paso de gigante que el Sporting dio para conseguir su objetivo, no fue sólo por una acción conflictiva. Esta no sería decisiva, si no fuese por la solidez demostrada por un grupo que está demostrando ser muy complicado de batir en el momento más trascendente del año y que a pesar de lo apretado de la tabla de mitad hacia abajo, de traerse algo positivo de San Sebastián, empezará a vivir el tramo final como muchos de sus rivales directos quisieran, es decir, dependiendo de si mismos, y con cierto colchón para posibles traspiés. Y espero que lo consigan, para evitar injustas sombras de dudas, como lo han hecho durante toda la temporada, más desde el engaño que desde la argucia. Sería importante, además de para el ennoblecimiento de los logros del club y sus integrantes, también para la dignificación del juego.

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