Esto es un extracto de dos entrevistas de 1991 que Arrigo Sacchi, técnico del gran Milán de finales de los ochenta, publicadas en los diarios El País (miércoles 6 de febrero) y AS (martes 5 de febrero) y en las que expresa unas ideas consideradas entonces revolucionarias y cumbre de la modernidad.
Os las muestro por si os suenan. Algunas de ellas hoy se catalogan de la misma forma 22 años después pero con otro autor, el vencedor actual.
En próximas entradas os mostrare otras más antiguas que las del maestro Arrigo y comprobareis lo revolucionario que es la involución, el mirar para atrás con sentido crítico pero abierto.
P-¿Dónde radica la superioridad de la defensa en zona sobre la individual?
A.S-Con la zona se aprende a marcar al hombre. Con el marcaje individual sólo se aprende a marcar al hombre.
P- ¿Qué posición tiene ante el cambio de reglas para mejorar el espectáculo?
A.S-El antijuego no se acaba cuando se cambian las normas. La filosofía tiene que ser diferente. Si buscamos el espectáculo debemos estar más dispuestos a jugar al ataque, y para lograrlo debemos perder la pereza durante la semana. Tenemos que acostumbrarnos a trabajar en los entrenamientos, a construir en lugar de destruir. Es la única forma de que llegue la diversión.
P- ¿Sorprende esa constante defensa de la diversión, cuando la mayoría de técnicos abogan por la eficacia de los resultados?
A.S- Yo trabajo para divertir. Para lograrlo hay que trabajar muy duro durante la semana. Un actor o gran cantante sale a escena para provocar la diversión del público. La única forma de conseguirlo es con una gran disciplina diaria, cuando no hay público para ovacionarle.
P- Da la impresión de que el mundo del fútbol es demasiado conservador.
A-S- Todavía quedan viejas ideas. Hay gente que cree que la habilidad técnica de los jugadores garantiza la victoria. El fútbol es más complejo que todo eso. Se necesita inteligencia, capacidad de sacrificio y deseo de progresar.
P-¿Que elementos ajenos al juego toma para su trabajo?
A.S- El mundo no es cerrado. Esta es una regla que debe aplicarse a todas las profesiones. Es muy aconsejable aprender de otros deportes, del espectáculo, de la cultura. En el fútbol, como en el teatro, hay que aprender a entrar en escena en el el momento justo. Esto sólo puede lograrse por medio de la repetición constante.
P-¿Que concesiones hace al talento individual dentro del esquema del equipo?
A.S- Una gran película debe tener grandes intérpretes. De lo contrario estará mutilada. Mi trabajo consiste en dar la posibilidad a los intérpretes de hacerlo mejor. Unos futbolistas desorganizados entran mal en escena.
P-¿Ha variado alguno de sus criterios durante los últimos años?
A.S- Vivo de las dudas, no de las certezas. El inconformismo es una de las fuerzas del Milán. Por fortuna, tenemos jugadores inteligentes, más que la media de futbolistas. Sabemos que tenemos el deber de progresar, de divertir y de atraer a la gente a los estadios.
P-¿Cómo se logra que por encima de los buenos o malos momentos de resultados o las ausencias de jugadores importantes se mantenga el buen juego?
A.S- Como en cualquier obra de Bach, la partitura siempre es la misma y variante el sonido que pueda sacar el intérprete del instrumento. El Milán siempre juega con la misma música, aunque el sonido pueda ser diferente. Son los jugadores los que con su rendimiento ayudan a engrandecerlo.
P-Tiene fama de entrenador duro
A.S-Llevo ocho años entrenando y ninguno de mis jugadores ha acabado en el psiquiatrico. Las sesiones suelen durar entre cincuenta y setenta minutos y hay momentos de relax. Si un futbolista no es capaz de estar veinte minutos concentrado, no me vale: será incapaz de estarlo durante los noventa que dura un partido.
P- Que recomienda en la formación de jugadores jóvenes
A.S-El Milán hace primero al hombre que al futbolista. Y su filosofía es la de tener jugadores que sean modestos, trabajadores e inteligentes. Cuando esto se comprende bien, existen muchas formas de dar espectáculo.
P-¿Qué resaltaría de la labor del entrenador?
A.S- Mi labor consiste en encontrar el sitio justo en el momento justo a cada jugador. Y en eso trabajo fundamentalmente.
P- Los malos momentos de juego en sus equipos como los afronta
A.S-Reconocerlo y afrontarlo. En el futuro se perfeccionara, pues no siempre se logra una buena condición; en ello influye no sólo el aspecto físico, sino también el mental.
No hay comentarios:
Publicar un comentario