lunes, 9 de abril de 2012

Desde mi ZONA

 Si algo siempre he sido capaz de reconocer en mi andadura como profesional, es a los seres singulares. Algunos estudiosos del ser humano les pondrían nombres.Dirían, por ejemplo, que son seres con talento. Individuos capaces de ver la realidad de una forma desacostumbrada.

Entre esos seres singulares, talentosos que he tenido la fortuna de conocer dentro del mundo del fútbol se encuentra mi amigo gallego, Alberto Esparis. Entrenador de fútbol de los que les gusta trabajar más que aparentar, vividor en el más positivo sentido de la palabra y que sería sinónimo de vitalista. Reflexivo y persona con apariencia de despistado, por otra parte como la mayoría de los genios.

Su agudo bisturí para diseccionar el fútbol no pasó desapercibido para técnicos de primer nivel como Rafa Benitez, Antonio López, Ramón Martinez y por ellos trabajo de informador (ni a él ni a mi nos gustan los anglicismos innecesarios) en el Valencia, Liverpol,Celta de Vigo, entre otros.

Ahora pone próximamente en el mercado una aplicación informática para a partir d sus amplios conocimientos sobre la observación futbolística hacernos más fácil a todos la posibilidad de crear una secretaria técnica personal con el mínimo esfuerzo.

Sintetizar y simplificar lo complejo es otra virtud de los grande sabios. Pero de esa herramienta os hablaré con más detenimiento otro día. Hoy quisiera trasladaros un texto que me facilitó desde su generosidad para ser publicado en exclusiva en este blog sobre como ve la realidad actual de nuestra pasión común, el fútbol. Espero que lo digiráis bien y os sean útiles sus reflexiones.


Desde mi ZONA
Cada vez me resulta más difícil prestar atención a un partido de fútbol actual, sin marcajes, sin vigilancias, donde los rivales se instalan cómodamente entre líneas a la espera de un balón que les deje solos  frente al área; porque ya no se disputa  ni se  marca, ni se anticipa. Una cosa es consecuencia de la otra, si le das metros al contrario no marcas y si no marcas se hace difícil la anticipación. Dicen que marcan en zona pero es mentira, se mueven en zona pero no marcan. 

Dicen que presionan pero es mentira, no presionan…pasean. Dicen que lo dan todo por la camiseta pero debe ser por la que se intercambian al final del partido que han perdido ante su ídolo, como niños consentidos  ¡Desde cuando el rival es tu ídolo!
Otro de los comportamientos más habituales y  que me incomoda especialmente es ver como,  con la presencia de un solo jugador en posición adelantada, arrastra a una línea completa de defensas hacia atrás, dejando un espacio enorme a la espalda de sus centrocampistas  facilitando así el “paseo triunfal” de cualquier incorporación. Ya todo depende de que le llegue el balón al que se incorpora y de la calidad de éste.
Con este escenario,  al fútbol del Barça le quedan años de reinado; y no es ese un hecho que  me disguste, lo que realmente me tiene decepcionado es la incompetencia de los rivales para contrarrestar  su estilo de juego, que desde luego alabo, por diferente y atrevido.
Algunos  dicen que el juego del Barça aburre…    a mí  lo que me aburre es ver una y otra vez,   a los que dicen ser los mejores equipos del mundo, con los mejores entrenadores del mundo? como se “encojen” y se resignan a que les “bailen”, conformándose con aguantarles 35 minutos  ¡Que pobreza!
Mi crítica va dirigida a esos equipos llamados grandes por ser estos el modelo a seguir,  un modelo de juego cada vez más pobre donde prima lo aleatorio sobre lo principal. Se han olvidado de lo básico…que pena de fútbol.
¡¡Ah!! y al final… lo de siempre… la culpa es del árbitro. No se dan cuenta de que si no llegan al área rival no les pueden pitar penalti a favor.  Y si por el contrario les llegan 30 veces,  lo más probable es que hagan 10 penaltis y que sólo les  piten uno  ¡NO HAY PEOR CIEGO QUE EL QUE NO QUIERE VER. 

Alberto Esparís-A Coruña (5 de abril de 2012)



Alberto Esparis el del medio entre el amigo Xabi Azkargorta y un sevidor

                      

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