sábado, 17 de septiembre de 2011

La base del fútbol

Foto de Mariano Mier
                                        

http://www.youtube.com/watch?v=ooZo5Sc9jo4&feature=fvwrel

Llevo años intentando descubrir dónde está el origen de la excelencia futbolística de un jugador. A medida que uno avanza en experiencias va descartando la posibilidad de analizar la realidad parcelándola. Quien siga creyendo que el fútbol se construye como un puzzle, casando felizmente la pieza de la condición física, con la de la táctica, la técnica, la psicológica…habrá mirado mucho fútbol, pero visto poco.
Las razones genéticas no me alcanzan. Esta claro que disponer de herramientas previas te predispone. Pero si no las usas o las empleas mal de nada te sirven. Si esta causa fuese determinante los hijos de los grandes cracks hubiesen seguido los pasos de sus progenitores y sin embargo hay pocos ejemplos de ello en la historia del fútbol
Las influencias sociales tampoco. Entornos muy favorables no garantizan la generación de grandes futbolistas pero tampoco lo contrario, ambientes poco favorecedores si han generado auténticos cracks del fútbol mundial, pero en las mismas condiciones otros compañeros no salieron hacia la élite de este deporte.
La enseñanza y la metodología correcta a emplear en ella, han sido el caballo de batalla de aquellos técnicos con conciencia y vocación, que se han acercado al mundo de la formación de jóvenes futbolistas. Aquí, como en todas las cuestiones que el ser humano quiere controlar, se han ido sucediendo distintas corrientes, según la moda imperante de cada época. Normalmente predominando la tendencia ganadora del momento. Pero por lo efímero de la victoria y por la constatación de que los frutos no eran los deseados se fueron desechando, por supuesto con honrosas excepciones a las que luego me referiré.
El error principal de los que exacerban la importancia de los métodos de formación es el considerar que esta sólo se da a través de un entrenador. Ningunean la importancia de emulación del niño de otros patrones que observa en la tele, al ver partidos de otros o al competir o entrenar con niños de su edad. Y mucho más importante ignoran cual es el comienzo de este proceso formativo.
Si algún nexo común he encontrado al analizar el origen de la excelencia futbolística en todos los grandes jugadores de la historia del fútbol (mundial, nacional o local) es el lugar y la forma en que comenzaron. La calle, ha sido su escenario más común, en sus distintas modalidades según país, cultura y posibilidades (potrero, favela, sabana, plaza, parque, patio de colegio). Su metodología dos horas de práctica al día, como mínimo, de dominio de la pelota en forma de golpeos y controles solitarios (contra pared, sorteando obstáculos naturales o venciendo la Ley de la Gravedad sin dejar que se cayese al suelo) o de compenetración con compañeros sin rivales (en pases, tiros o centres y remates). Y por supuesto en largos enfrentamientos contra adversarios en distinto número y de diferentes edades y constituciones físicas. Por supuesto sorteando mil y una dificultades materiales; jugar descalzos, en campos irregulares, con pelotas de distintos tamaños y pesos…. Como único instructor la naturaleza. La inteligencia de cada uno y su capacidad de adaptación a cada nueva dificultad bien por ensayo y error o bien por imitación de conductas observadas.


Por ello, la base del fútbol no debe confundirse nunca con el fútbol base. La base de este deporte es un juego con la pelota, que todos aprendimos de forma natural en el patio, el parque, la calle...De hecho, cuando salía por la puerta, con el bocata en una mano y la pelota en la otra, no recuerdo decirle a mi madre voy a jugar al fútbol, sino voy a jugar a la pelota.

El fútbol base es lo siguiente. Lo que nos aparta de la espontaneidad inicial, en un Club federado, hecho para niños, pero por adultos empeñados en reproducir el deporte serio de los profesionales.

Como soy consciente de que gran parte de los seguidores de este blog  trabajáis en ese fútbol,  me gustaría que, en el comienzo de una nueva temporada como el que estáis viviendo, os hicieseis algunas preguntas; ¿Cuántas horas semanales dedican a la práctica del fútbol los chicos/as que entrenáis? ¿Cuántas de ellas están a vuestro cargo? ¿Cuántas de estas las dedicáis a lo que hacían en la calle los grandes de este juego a su misma edad?.
Seguro que llegados a este punto os acucia un miedo. Ese que nos generaron los primeros preparadores físicos que entraron al fútbol procedentes del atletismo y que además de su influencia positiva al entrenamiento de rigurosidad metodológica, nos dejaron la idea que, sólo desde sus conocimientos atléticos se podía alcanzarar la forma física adecuada para obtener altos rendimientos. Nos olvidamos de que muchos de los niños que eligen jugar al fútbol, no persiguen el alto rendimiento sino la diversión con un juego. Pero aún así, está comprobado científicamente, que una alta capacidad física no se consigue con entrenamientos colectivos sino individualizados porque las cargas que sirven para la mejora de un organismo son insuficientes para otro o a lo peor perjudicial para su desarrollo o causa de deterioro y lesión.
Así una de las competiciones más profesionalizadas como es la NBA, no se detiene en la preparación física de los equipos fuera de la que adquieren en la preparación del juego en cancha. La forma idónea de cada jugador se la prepara cada uno fuera del horario de entrenos colectivos y en su pretemporada (de ahí el nombre “pre”temporada, lo que se hace antes de que comience la temporada). En el fútbol por esa entronización del preparador físico, por la inseguridad de los entrenadores y por una infantilización del trato a los jugadores (aceptada y en muchos casos exigida por los propios jugadores) se la hacemos al comenzar los entrenos de la temporada del equipo  y a todos por igual. Si esto es una equivocación en adultos, imaginaros en niños en pleno proceso de construcción y desarrollo orgánico.
En todo caso es tan fuerte la huella dejada por los pioneros de la preparación física, que por mucho que las nuevas corrientes metodológicas recalquen la importancia de no alejar al niño de la pelota en sus prácticas, nos invade el canguelo de no estar  entrenado bien a nuestros niños, si no les metemos Intervals, fartleks, abdominales y planchas un día a la semana, por lo menos, , . Supongo que sabreis cual es el sentido de estos métodos de entrenamiento del atletismo.Es jugar con las carreras que ellos luego hacen en competición. O sea, como si nosotros jugasemos con las situaciones de juego de un partido.
Pero volviendo al tema, y llegados a este punto, me gustaría que os hicieseis la siguiente pregunta y si no la sabéis responder, se la formulaseis a alguién con conocimientos en este asunto, a ser posible que no sea vuestro preparador/a físico/a vaya a creer que estéis cuestionando su importancia; Si realmente fuese la atlética la única forma de adquirir la condición física idónea para jugar bien al fútbol, ¿Cuántas sesiones semanales harían falta para que se viesen los beneficios de un fartlek? ¿Cuántas abdominales diarias habría que hacer para tallar unos duros músculos? Cuando tengáis el dato, comprobar si vais a tener tanto tiempo a los chicos con vosotros y ,si ellos y vosotros, estáis dispuestos a sacrificar el número de repeticiones que en ese tiempo se pueden hacer de dominio de la pelota o de situaciones del juego.

Jugando sucio por mi parte, todo sea en favor del fútbol, apelaré, por último, a otro argumento efectivo, el de imitar al ganador. El coordinador del fútbol base del club modelo en la actualidad, Albert Puig, del F. C. Barcelona, me decía este verano, que en el Barça, no se toca una pesa hasta muy al final de la edad juvenil y que la condición física en todas las categorías la dan las múltiples repeticiones de los juegos de posición que realizan.

Concluyo facilitando otra pista para los técnicos inquietos que buscan una metodología de entrenamiento adecuada. No os diré que dejeis de buscarla en los miles de libros escritos sobre cientos de ejercicios de fútbol.De todo se aprende. Aunque también os dire que es dificil encontrar, sino se sabe lo que se busca. Cuando lo sepais os recomendaría dos tareas; la primera , aquella que me mostró un profesor de arte en el Instituto, uno de los pocos maestros que la fortuna, a veces, te regala por el camino;"Chavales dejaros de estudiar tanto y viajar más". Y,si os animais, apuntar hacia lugares en los que, por encima de modas y resultados, llevan siguiendo un patrón de enseñanza del juego común desde hace décadas.  Holanda, especialmente sus escuelas del Ajax y PSV o si quereis más cerca, su sucursal en España, la del F.C. Barcelona. La segunda tarea, más barata. Acercaros al parque, patio de escuela, instituto o lugar más próximo en el que sepais que juegan niños/as libremente y sacar el libro de notas.Aprendereis del mejor profesor de fútbol que ha existido y existirá, LA NATURALEZA.
http://www.youtube.com/watch?v=1ryMoR7dnFA&feature=related

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