sábado, 10 de septiembre de 2011

Los que Nunca se Enamoran

En las vísperas de una nueva jornada liguera, siempre recuerdo las plomizas horas previas de un partido para un entrenador en competición. Supongo que si lo eres sabrás de que te hablo. La mezcla de angustia y ansia por llegar, dudas al tomar las últimas decisiones, desconfianza por lo realizado para prepararlo, enjambre de mariposas que anidan en tu estomago hasta el punto de no dejar hueco para alimento alguno...Y seguramente tambien todo lo contrario, la sensación de plenitud del deber cumplido, de haber hecho lo correcto. Pero en ambos casos un subidón de adrenalina que provoca un nuevo reto, un nuevo desafio a la inteligencia.

 Esta es una de las grandezas del fútbol, la forma diferente de afrontarlo cada ser humano. En todo caso si eres de los que las bambalinas las sientes más desde la coraza del miedo que desde las alas de la alegría, puede que te ayude a reflexionar este texto de Ángel que le leí hace tiempo y que siempre me viene a la memoria en sábados como este.

"Digo yo, ¿cómo será la vida de los que están en el fútbol y no lo viven desde la emoción, sino desde el resultado?
De los que nunca se entusiasman con una buena jugada o un buen jugador, de los que se pasan los partidos sufriendo.
¿Qué será de ellos los sábados por la noche, cuando nosotros soñamos ilusiones y ellos hacen cálculos para no perder?
¿Cómo se siente un tipo que no siente?
¿Cuánta intranquilidad les provoca el único habilidoso del equipo, que se ven obligados a alinear de titular?
¿Y cuánto miedo les causa el talentoso del equipo contrario?
¿Quién les habrá arrancado la fantasía tan bruscamente, como para dejarlos sólo con la incertidumbre?
¿Cómo aprenden a jugar los que nunca arriesgan?
¿Cómo se consuelan cuando pierden, los que sólo aman el resultado?
¿Qué saben de la alegría, los que nunca disfrutan?
¿Cómo descubren el placer, los que nunca rien?
¿Cómo entienden el fútbol los que nunca quieren jugar?
¿Y la vida?
¿Cómo llegan a la felicidad los que nunca se enamoran?
Cuándo ganan, ¿cuánto les dura el triunfo en el bolsillo?
Pobre gente, ¿no?"
(Ángel Cappa-La intimidad del fútbol)

Y yo años después de leerlo y en plena época de juegos florales hacia el juego del Barça actual me siguen surgiendo algunas dudas, llamadme suspicaz, pero;

¿Cuántos de esos alaban el juego de los de Pep, mientras sus equipos siguen jugando a lo contrario?
¿Cuántos usan la careta de la justificación de "yo no tengo a Messi" para no apostar por el riesgo?
¿Cuántos de ellos mientras se adornan en la alabanza de los Iniesta o Pedrito, les siguen poniendo la mordaza a los talentosos de sus equipos;"para los regates ya habrá tiempo cuando llevemos dos goles de diferencia?
¿Cuántos admiradores de Piqué, siguen aplicando al bueno de los rivales la vacuna del "marcaje  de hombres"como sinonimo florido de "úntale a patadas"?
¿Cuántos devotos de San Pep, lo negarán no tres sino tres mil veces cuando no gane títulos?
¿Cuántos de ellos, entonces, desempolven aquel extenso y mordaz  libreto de insultos que utilizaban, en otras épocas menos triunfales, para desprestigiar al  técnico, jugador o estilo de juego que ahora entronizan sin entenderlo; románticos, mingas frías o tiqui-taca? Seguro que los que peináis alguna cana los recordaréis.


 No obstante, nada de preocupar. Algunos con premios o descensos, en activo o en paro, en la cresta de la ola o en los más hondos pozos del olvido, seguiremos enamorándonos cada día de la belleza, cueste lo que cueste.

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