miércoles, 14 de septiembre de 2011

Un arma cargada de esperanza

Algunos intelectuales siguen pariendo pestes contra el fútbol.En el diario El Pais de ayer otro más, presumía de su desprecio hacia un deporte alienador de masas y opio del pueblo.
Supongo que cuando hablan así lo hacen desde prejuicios basados en lo que ha sido historicamente una realidad, la utilización del poder del embrujo que produce este juego en el pueblo. Pero tambien desde el desconocimiento del bien que provoca en las gentes más humildes. De aquellos seres humanos que no encuentran otra distracción más barata para distraer su hambre, su sed, su falta de futuro o simplemente su aburrimiento.

Hace un par de años con un cooperante de largo recorrido solidario por todo el mundo,hablabamos de los prejuicios de la izquieda hacia el fútbol. Él mismo reconocía su pudor al reconocerse seguidor del Sporting.
Viendo los videos y reportajes que había grabado por todos los rincones de la indignidad humana, le hice reparar en un denominador común de todos ellos, en el que reconoció, no haber caido. En todos se veían niños/as corriendo detrás de una pelota o similar que intentaban domesticar con sus pies, en muchos casos desnudos.

No puedo negar que a mi tambien me ataco el virus del escepticismo e incluso el de la saturación y repulsa hacia el fútbol al descubrir, en muchos casos en propia piel, sus miserias. Pronto supe distinguir entre su desvirtuación profesional y el juego de la pelota que me atrajo de niño y que sigue cautivando a millones de niños en todo el planeta.

La utilidad pedagógica, socializante,comunicativa incluso generadora de cultura y de arte la descubrí más adelante.

Desde hace unos años, llevo intentando que todas estas potencialidades tambien se pueden poner al servicio del desarrollo de los más desfavorecidos y como instrumento de normalización en la convivencia entre diferentes. Por ello creé los Campus Solidarios "Reparte juego". Y como siempre ocurre, mi arrogancia occidental de querer cambiar el mundo, fue mutando al conocer experiencias e iniciativas de otros que, cada día, empequeñecen más mi idea y me succionan hacia el apoyo de las suyas o al menos, a ser un eslabón de sus cadenas solidarias.

Hace poco, me reencontré con un sacerdote amigo. Ácrata y empeñado, no tanto en divulgar la palabra de Dios, sino en convertir su vida en la palabra de Dios. Por ello, lleva años entregandose a las causas de los más desfavorecidos. Despues de mucho tiempo de no saber de él, me dijo que acababa de volver de Palestina. Ante mi pregunta por sus próximos proyectos me dijo:"Organizarles escuelas de fútbol". Me sorprendió su respuesta por saber su antifutbolismo militante de siempre y  continuó;"Empecé por comida y enseres básicos, pero me he dado cuenta que lo que necesitan es jugar y el fútbol es su vida".

El verano pasado, coincidí con mi amigo Xabi Azcargorta, consagrado entrenador internacional y exseleccionador mundialista. Venía de Bolivia, donde es un héroe al que recibe el Presidente, cada vez que visita aquel pais. Pero en esta ocasión, había vivido una experiencia de las que quedan marcadas para siempre. Me relataba, todavía emocionado, su visita, a la población guaraní en plena selva. Todo tenía que ver con su colaboración con la Fundación de una Doctora en Quimicas, española, Pilar Mateo, que estaba volcada en el empeño de librar a los indígenas de un "genocidio consentido" en forma de enfermedad provocada por un insecto, de esos selectivos, que sólo ataca a los pobres, la enfermedad de Chagas. Xabi me habló de la labor de la Doctora y como además de la invención de una pintura que combate al insecto, había creado  desde hace 7 años, equipos de futbol por toda la selva guaraní en Bolivia.  Xabi pretendía traerse a jugar a un equipo de madres afectadas a la Donosti Cup. 

Ayer mientras el intelectual de El Pais seguía teorizando sobre los males del mundo, una cientifica actuaba para atajarlos. En medio de todos sus quehaceres humanitarios en la selva boliviana, me contestaba a mi propuesta de traer a los hijos de las jugadoras madres de sus  25 equipos indígenas, a la próxima edición de nuestros Campus de Reparte Juego. 

"Me dices la posibilidad de llevar a los niños guaranís, y sería maravilloso, te cuento que paralelamente he creado una escuela de futbol y tenemos varios cientos de niños, que sus madres a su vez, también son jugadoras.
El problema que tienen es económico y de pobreza extrema, con lo que hay que conseguirlo todo.
Yo te puedo ofrecer nuestra organización de mujeres para ayudarte a mover el tema, pero desde luego, es muy costoso, entre otras cosas, porque son niños que viven en mitad de la selva y sin papeles, con lo que hay que conseguir dinero para pasaporte, visados, seguros, transporte interno, porque hay que llevarlos varias veces a la ciudad y está muy lejos, y todo lo que significa traer a niños de comunidades tremendamente pobres.Incluso, los zapatos, ropa, la mayoría juegan descalzos y se intercambian las zapatillas."

El fútbol, de nuevo, por el medio entre la miseria y la esperanza.

Y profesionales del fútbol como Xabi,doctor en medicina también, subrayando la grandeza de este juego que aún muchos no captan en su verdadera magnitud. La Doctora Pilar Mateo lo llama nuestro "entrenador de sueños", título que no alcanzarán nunca ni Mou ni Pep por muchos que sigan ganando con sus equipos.

El reto en este caso como podéis leer en el correo de Pilar, seguramente no esté al alcance  de dos voluntades por buenas que sean la de Xabi y la mia. Por ello y teniendo en cuenta el pozo de sorpresas que es este blog y todos los seguidores que le dáis sentido. Me pongo en vuestras manos para que este sueño de una doctora, dos entrenadores de fútbol y un puñado de niños/as olvidados en medio de la selva boliviana sea realidad en julio del 2012. Os agredecería cualquier sugerencia, por tonta que os parezca, cualquier ayuda, por insignificante que la consideraréis o cualquier contacto que nos haga avanzar en la construcción de este puente solidario transatlántico.





No hay comentarios:

Publicar un comentario