En días como los que vivimos, parece aún más difícil de aceptar el lenguaje que utilizamos para hablar de un juego, el fútbol, en esta fase del campeonato: “Partido a vida o muerte”, “La hora de la verdad”, “Trágica situación”, ”Urgencias”…Titulares que salpican una actualidad que los mezcla con tragedias reales o situaciones que si son citas entre la vida y la muerte. En lugares como Sevilla o Barcelona, donde jugadores de fútbol, que también son noticias, se enfrentan en un duelo auténticamente heroico, como es el que tantos seres humanos tienen a diario frente al cáncer.
Supongo la buena intención del periodismo honesto, que quiere adornar una realidad futbolística, en muchos casos anodina, que incluso a puesto de moda las retransmisiones de partidos en radio o televisión “tertuliadas”, a veces, más próximas al “Club de la Comedia ”, en el que se pasan minutos sin hablar del partido que supuestamente relatan. Por ello, en semanas como esta, a uno le parece más importante que nunca, seguir reivindicando el espectáculo que el fútbol crea por si mismo, cuando es jugado desde el sentimiento más que desde el músculo, cuando la trascendencia de los marcadores es enfrentada desde la imaginación. “Sin el espectáculo el fútbol sería una simple función, como el comer. Si sólo la función importa ¿porque no comemos con las manos ?. Si sólo la victoria importa, el fútbol no existiría, porque no engendraría pasión. Esta pasión que se nutre de los recuerdos de los artistas”, Que esta cita del maestro sirva de homenaje y abrazo solidario al “Flaco” Menotti, que juega el partido más “trascendente” de su vida, contra los efectos del tabaquismo en sus pulmones. Mi agradecimiento por tanto, especialmente esta semana, a los que seguís apostando por hacer felices a los demás por encima de los miserables y el pragmatismo (Mesi y Diego Castro gracias por esos goles que no quisisteis meter como los demás). Nada podemos hacer para evitar tsunamis, pero también nadie nos quitará las alegrías vividas. Por vosotros sigo creyendo en que el fútbol, sigue siendo útil como excusa para ser feliz.
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