Fútbol Socrático

"Sócrates, (el filósofo), a pesar de sus innumerables méritos, cayó en desgracia. Sometido a un juicio por impiedad, por burlarse de los dioses y por corromper la juventud, es condenado a muerte. Se niega a escapar porque cree que debe dar ejemplo y cumplir las leyes de la polis.Bebe entonces un puñado de cicuta que, en un rato y entre espasmos de dolor, lo mata"....(Si quereis más leeros Futbolia libro recomendado en este Blog).

Corría el año 399 a.C. Así se las gastaban en la antigüedad.

Era el año 2010. Un jugador madrileño, recién llegado a la plantilla de un equipo de Primera Divisón, el Sporting, empezó un camino sin retorno. Empezó a pensar. Y lo hizo a lo grande y en profundidad. Empezó por el reparto de la riqueza en el mundo, siguió por las injusticias sociales y acabó por mirar para dentro y se encontró complice de todos los males de este mundo. Decidió actuar revisó su vida de profesional del fútbol, sus hábitos de vida y tras reflexionar sobre sus incoherencias,  les comunicó a todos los compañeros y cuerpo técnico que al final de la temporada dejaba el fútbol. Y asi lo hizo, Javi Poves a sus 25 años. Después ya sabeis el lío que se armó en todo el mundo.

Ahora busca proyectos en los que cooperar para impulsar el desarrollo de los más desfavorecidos. Comí con él hace unos días y se le veía felíz. Supongo que algo menos, tras el articulo ayer de la Nueva España; http://www.lne.es/deportes/2011/08/25/polemica-poves-pasa-factura-guillermo/1120427.html

Viendo como su asesor, en las plomizas horas de concentración, sobre la alimentación transgénica, Guille, sospecha, de su posible marginación por el contagio que pudiera haber sufrido de el virus más temido en un vestuario,el del pensamiento propio. En aquella sobremesa recuerdo que salió el tema. Yo le comente lo mal que habría sentado todo este asunto entre los dirigentes del club y mi temor de que todo esto salpicase a su compañero del alma Guille.

El pensamiento único parecía un vestigio del pasado, pero en todos los órdenes de la vida y por supuesto, en el fútbol, se permite; cualquier absurdo en el vestir, en las celebraciones (públicas o privadas), oscenidades, mala educación, meter codos o dedos en los ojos, incluso discrepar con las porciones del pastel que cada uno se lleve ...pero nunca, nunca cuestionar el Status en el que vivimos. Ser singular, granjea enemigos, porque despierta temor, y el miedo como ya dije en otras entradas, es el padre de todos nuestros males..

Romper el esteriotipo del jugador inculto, engominado, trasnochador, conductor de coches caros y veraneante en Ibiza, puede agitar conciencias y de ahí revelarse contra el poder hay sólo un paso.  

Desgraciadamente hay cosas que no cambian, ni en el fútbol, ni en la historia del ser humano.

Espero, Guille,que no seas el próximo en probar la cicuta. Creo que tienes muchos momentos de disfrute futbolístico que regalarnos. Aunque si  así  fuese siempre será más sana que vivir en la indignidad.

Javi ya te habrá dicho que hay vida después del fútbol, incluso más feliz si el precio de estar es dejar de ser.