No hay cambio de guion entre los dos grandes protagonistas del futbol español. Sus técnicos no cambian en nada sus estilos, no hay porque, les ha ido bien durante años, los tienen muy elaborados, creen en ellos. Sus estrategias de actuación son las mismas. Solo cambia el reparto.
Nuevos jugadores en cada bando que aproximan más a cada técnico, ambos aún más reforzados por sus clubes, a la perfección de sus ideas.
En pretemporada los equipos que defienden convicciones basadas en la dominación de la posesión, en el esfuerzo colectivo, precisa de rampas de lanzamiento más largas. Por ello el Barça con ausencias notables de sus jugadores de más jerarquia y con incorporaciones recien llegadas o aún por llegar, aún se le ve con sus sinergias y maniobras de sistema sin engrasar. Les cuesta ensamblar su juego de posesión entre sus líneas y a causa de esto, los jugadores más resolutivos les falta tiempo con la pelota para reflejar su auténtica identidad.
El R.Madrid, sigue en su juego de presión al filo del reglamento e incluso transgrediendo sus límites en cada disputa, conocedores que los árbitros nunca lo pitan todo y menos a un grande que, para colmo, es dirigido por un técnico que les presiona con una campaña mediática victimista sin precedentes en el fútbol español.
Con buen criterio les juega en defensa con diez jugadores en campo contrario, que es la forma utilizada por los clubes que más daño les han hecho a los culés, al maniatarles su principal arma, la posesión agotadora de la pelota. Y en ataque, transiciones defensa-ataque muy rápidas, con finalizaciones en pocos pases, verticales y con cambios drásticos de zonas fuertes de juego, sabedores que la transición ataque-defensa de su oponente también es explosiva y presionante.
Derrumbar una casa son veinte segundos a lo sumo. Construirla son veinte meses. Esta es la diferencia en este punto inicial de la partida entre los dos grandes. Una mayor intensidad en sus acciones del equipo que plantea su juego a partir del otro; del rival de los arbitros de la UEFA de la FIFA, de UNICEF...Cabe siempre la reflexión de los seguidores de un Club grande que sean capaces de hacer un mínimo hueco, en su pasión a unos colores, al análisis frio, si un club con semejante presupuesto, plantilla , historia y prestigio puede tener por estrategia única el frentismo.El jugar siempre desde la contra, desde el anular al rival. De plantear como única conclusión ante un resultado que no les sea favorable la culpabilidad de los errores ajenos. Es más si este planteamiento no es una concesión previa al rival, una aceptación de inferioridad más propia de un equipo menor.En fín, como el año pasado, el anterior y el anterior al anterior, cuestión de estilos, los resultados pondrán de moda el del vencedor.
En el primer asalto; muy bien la intensidad de los blancos para el espectáculo. Muy bien la propuesta de los blaugranas para la salud del fútbol.
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