Cada vez cuesta más, a un padre responsable no ponerle dos rombos a las imágenes,los comentarios,noticias o programas futbolísticos que ven sus hijos.Pactos de partidos,fingimientos de lesiones,insultos racistas.Aún más grave aún,las justificaciones de los hechos en función del bando desde el que se miren, el resultado de la acción o que le pillen a uno o no.Todo vale si no te descubren y se consigue la victoria.Y uno que cada vez se hace más escéptico y se contenta con menos, ya no aspiro tan siquiera a que se sepa perder, sino que al menos se sepa ganar,pero viendo algunas impúdicas celebraciones de los éxitos también pienso que casi todo está perdido.Entre tanto matorral de miserias humanas y claudicaciones morales con tal de conseguir la ansiada meta, aún aparecen brotes silvestres y aislados que permiten un respiro a la esperanza:"El valor de tener valores".Sólo falta ser consecuentes.Entre todos, haber si logramos que nuestros hijos puedan ver en la tele su deporte preferido sin tener que subtitular las imágenes.
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