En visperas de un fin de semana testigo de conclusión de campeonatos,también en el futbol base,muchos niños y niñas seran catalogados de buenos o malos de triunfadores o perdedores por adultos empeñados en clasificar su diversión infantil en categorias y en anteponer su futuro como craks de la profesión más rentable socialmente, a su alegría de ser niños que les gusta jugar con una pelota.Por ello me parece oportuno reflexionar sobre la salud mental de las generaciones venideras y la educación deportiva que les estamos dando.Máxime ahora, en un fin de semana trascendente, en el que tras habernos hecho creer en la esterilidad de esa generacion Nini que nos sucedería, nuestros jóvenes se ha puesto en pie en todas las plazas de España para dar una lección al mundo de valores democráticos reales, ya perdidos en nuestras clases dirigentes, ahogadas en la abundancia de tantas cosas innecesarias para el bienestar del ser humano.En lo deportivo este reportaje nos puede hacer reflexionar sobre todo ello.
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